El arte de elaborar joyas se remonta a la existencia misma de la humanidad.
Desde sus comienzos, el ser humano sintió la necesidad de adornar su cuerpo con joyas; no sólo como un símbolo de belleza; sino también, como una expresión de arte, que comunica un significado en un tiempo y un lugar determinados.
Con el devenir de la historia, el arte de la joyería pasó por diferentes etapas y su uso fue cambiando. En algunos períodos, las joyas se convirtieron en artículos de lujo e inversión económica; otras veces, las joyas sirvieron para resaltar la distinción entre clases sociales y en otras, la producción en serie de joyas plasmó la masificación de la sociedad.
Desde Agny considero que las joyas contienen valores simbólicos, que representan la forma de expresión personal de quien la porta y de sus cualidades personales. Así, cada joya cuenta una historia personal y a la vez, es un fragmento de la historia de la humanidad y de la sociedad a la que pertenece.
Por eso cuando una joya se diseña y elabora de manera consciente, con un propósito y para una persona en especial, adquiere un valor simbólico, único y original. La joya deja de ser sólo un adorno que brinda belleza y transmite un mensaje a quien la porta, que la invita a explorar su mundo interno y a comunicar, al exterior, su verdadera esencia.
Este es el método de la joyería personalizada y vibracional, que fui desarrollando a partir de mi propia experiencia. A través de él, combino las técnicas de la joyería, la orfebrería y la talla de cristales con las terapias complementarias. En especial, mi conocimiento sobre las cualidades energéticas y vibraciones de los metales y los cristales, la meditación, la radiestesia, el sonido y el color, entre otras disciplinas.
Cuando acompaño a otras personas en el proceso de plasmar su joya también desarrollo un trabajo interno como artista, que voy nutriendo de manera permanente. La elaboración de colecciones temáticas también forman parte de este manantial, donde cada pieza es única y todas están conectadas a un mismo mensaje.
En este viaje se construye una relación muy especial y de recíproco de aprendizaje con la persona a quien va dirigida la joya. Ese vínculo permite una conexión desde ese lugar auténtico en nosotros, donde nuestra joya, única y original, se manifiesta.